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B15 <=[BTG I The arousing of thought, p. 16]=> B17

Accordingly, in the brains of people of different races and conditions dwelling in different geographical localities, there are formed about one and the same thing or even idea, a number of quite independent forms, which during functioning, that is to say, association, evoke in their being some sensation or other which subjectively conditions a definite picturing, and which picturing is expressed by this, that, or the other word, that serves only for its outer subjective expression.

That is why each word, for the same thing or idea, almost always acquires for people of different geographical locality and race a very definite and entirely different so to say “inner-content.”

In other words, if in the entirety of any man who has arisen and been formed in any locality, from the results of the specific local influences and impressions a certain “form” has been composed, and this form evokes in him by association the sensation of a definite “inner content,” and consequently of a definite picturing or notion for the expression of which he employs one or another word which has eventually become habitual, and as I have said, subjective to him, then the hearer of that word, in whose being, owing to different conditions of his arising and growth, there has been formed concerning the given word a form of a different “inner content,” will always perceive and of course infallibly understand that same word in quite another sense.

This fact, by the way, can with attentive and impartial observation be very clearly established when one is present at an exchange of opinions between persons belonging to two different races or who arose and were formed in different geographical localities.


En consecuencia, se configuran en el cerebro de los individuos pertenecientes a diferentes razas y que habitan medios geográficos diversos, un vasto número de formas completamente independientes, acerca de una misma cosa o incluso una misma idea; formas que, durante su funcionamiento, es decir, durante la asociación, recuerdan por su naturaleza a una u otra sensación que condiciona subjetivamente una representación definida, y esa representación es luego expresada por esta o aquella palabra, útil tan sólo para su expresión subjetiva exterior. Esta es la razón por la cual cada palabra para una misma cosa o idea, adquiere casi siempre para los individuos pertenecientes a medios geográficos diferentes y razas diversas, un «contenido íntimo», por así decirlo, perfectamente definido y completamente distinto.

En otras palabras, si en el ser total de un hombre dado que se hubiera desarrollado y formado en una determinada localidad, se hubiese configurado una «forma» como resultado de las influencias e impresiones locales específicas y esta forma evocara en él, por asociación, la sensación de un «contenido íntimo» definido y, por consiguiente la de una representación o noción definida para cuya expresión hubiera de emplear una u otra palabra que con el transcurso del tiempo terminara por volverse habitual y, como he dicho, subjetiva, para este individuo dado, cuando un oyente, en cuyo ser se hubiera formado, debido a las diferentes circunstancias que rodearon su educación y crecimiento, una forma de diferente «contenido íntimo» para aquella palabra determinada, escuchase dicha palabra, habría de percibirla siempre y comprenderla también invariablemente, en un sentido completamente distinto.

Este hecho, dicho sea de paso, puede establecerse con toda precisión mediante la observación atenta e imparcial, cuando uno presencia un intercambio de opiniones entre dos personas pertenecientes a razas diferentes o educadas y criadas en localizaciones geográficas distintas.

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