Gurdjieff Acumuladores

GURDJIEFF — TERMOS E NOÇÕES — ACUMULADORES

Dr. B.: Gostaria de fazer uma pergunta sobre a relação entre trabalho e fadiga. Parece que há uma diferença entre esforços de trabalho e esforços automáticos. O trabalho exterior toma energia. O trabalho interior é o oposto — deveria acumular energia. Deveria mesmo ser relaxante se feito corretamente. Mas para mim é o oposto. No momento de fazer um esforço algo crê que as portas através das quais a energia escapa se fecharão automaticamente. Mas é o oposto. Fico cansado. Perco minha energia.

G: Por ouro lado, v. a mantém. Conscientemente, comemos eletricidade que está no corpo e a transformamos. Isto estabelece em nós uma força… Na vida ordinária v. perderia isto automaticamente. Mas aqui não é a mesma coisa , não é o mesmo tipo de fadiga. Esta outra fadiga tem um futuro. É cansativa mas traz um resultado substancial. Recarrega seus acumuladores. Se continuas, uma certa substância recarregará teu acumulador. Hoje, quanto mais v. se cansa, mais teu organismo produzirá esta substância.

Dr. B.: É a fadiga favorável ou desfavorável ao esforço de concentração?

G: Se é uma fadiga ordinária, não vale a pena fazer o esforço; com esta não se pode nem fazer as coisas ordinárias da vida. Perde-se toda a força. O trabalho depende de outro acumulador. Há uma lei para esta outra espécie de fadiga: quanto mais se dá, mais se recebe. (Dossier H sobre Gurdjieff)


Hay dos pequeños acumuladores al lado de cada centro, y cada uno cíe ellos contiene la substancia particular necesaria para el trabajo del centro dado.”

“Además, hay en el organismo un gran acumulador que alimenta a los pequeños. Los acumuladores pequeños están conectados entre sí y cada uno de ellos está conectado con el centro más próximo, lo mismo que con el gran acumulador.” (Fragmentos p.233)


Cuando un acumulador está casi vacío, el hombre se siente cansado. Quisiera detenerse, sentarse si está caminando, o pensar en otra cosa si es que está resolviendo un problema difícil. Pero de una manera completamente inesperada siente una afluencia de nuevas fuerzas y nuevamente es capaz de caminar o de trabajar. Esto significa que el centro fatigado se ha conectado con el segundo acumulador, del cual extrae su nueva energía. Entretanto, el primer acumulador se está recargando de energía sacada del gran acumulador. El trabajo del centro recomienza. El hombre sigue caminando o trabajando. Algunas veces se requiere un corto descanso para asegurar esta conexión; otras veces un choque o un esfuerzo. En ambos casos el trabajo continúa. Pero después de cierto tiempo la reserva de energía del segundo acumulador también se agota. Entonces el hombre se siente nuevamente cansado.

[…]

“Entonces, súbitamente, después de haber descansado un poco, o bien después de un choque o de un esfuerzo, le viene una nueva afluencia de energía y el hombre es una vez más capaz de pensar, caminar o trabajar.

“Esto significa que ahora el centro se ha conectado directamente con el gran acumulador, que contiene una cantidad enorme de energía. Puesto en contacto con el gran acumulador, el hombre es capaz de realizar verdaderos milagros. Pero por supuesto, si los rollos continúan girando y si la energía extraída de los alimentos, del aire y de las impresiones continúa gastándose más rápidamente de lo que se reconstituye, entonces llega un momento en que el gran acumulador mismo ha sido vaciado de toda su energía, y el organismo muere. Pero esto sucede muy raras veces. (Fragmentos pp. 234-235)


“Los pequeños acumuladores bastan para el trabajo ordinario, cotidiano, de la vida. Pero para el trabajo sobre sí, para el crecimiento interior, y para los esfuerzos que son exigidos de cada hombre que emprende el camino, la energía de estos pequeños acumuladores no es suficiente.

“Debemos aprender a extraer la energía directamente del gran acumulador.

“Esto no es posible, sin embargo, sino con la ayuda del centro emocional. Es esencial comprender esto. El contacto con el gran acumulador no puede hacerse sino a través del centro emocional. Los centros instintivos, motor e intelectual, por si mismos, no pueden alimentarse sino de los pequeños acumuladores.

“Esto es precisamente lo que la gente no comprende. Por lo tanto, su meta debería ser el desarrollo de la actividad del centro emocional. El centro emocional es un aparato mucho más sutil que el centro intelectual, especialmente si tomamos en consideración que de todas las partes del centro intelectual, la única que trabaja es el aparato formatorio, al cual muchas cosas le son completamente inaccesibles. Si un hombre quiere saber y comprender más de lo que sabe y comprende hoy día, debe recordar que este nuevo saber y esta nueva comprensión le vendrán a través del centro emocional y no a través del centro intelectual.” (Fragmentos p.235)


Puesto que nuestra mente es alimentada con menos material, su atención, es decir, su memoria, es corta, y es eficiente sólo mientras dure el material para ella. Efectivamente, si deseamos (y continuamos deseando) recordarnos a nosotros mismos sólo con nuestra mente, seremos incapaces de recordarnos a nosotros mismos por más tiempo del que nuestro material lo permita, no importa cuanto soñemos con ello, no importa cuanto lo deseemos ni las medidas que tomemos. Cuando este material se termina, nuestra atención desaparece.

Es exactamente como un acumulador usado para alumbrar. Mientras esté cargado puede mantener encendida una lámpara. Cuando se ha gastado la energía, la lámpara ya no puede dar luz, aun si está en buen estado y el alambrado en buenas condiciones. La luz de la lámpara es nuestra memoria. Esto debería explicar por qué un hombre no puede recordarse a sí mismo por más tiempo. Y efectivamente no puede, porque esta memoria particular es corta, y siempre será corta. Así está dispuesto.

Es imposible instalar un acumulador mayor o llenarlo de más energía de la que puede contener. Pero es posible aumentar nuestro recuerdo de sí, no agrandando nuestro acumulador sino trayendo otras partes con sus propios acumuladores y haciéndolas participar en el trabajo general. Si esto se logra, todas nuestras partes se darán una mano y se ayudarán mutuamente para mantener encendida la luz general deseada.

Puesto que tenemos confianza en nuestra mente, y que nuestra mente ha llegado a la conclusión de que eso es bueno y necesario para nuestras otras partes, debemos hacer todo lo posible para despertar su interés y tratar de convencerlas de que el logro deseado es útil y necesario para ellas también. (Visões do Mundo Real p.225)


Hace algún tiempo se dijo que cada centro tiene su propio acumulador. Al mismo tiempo, nuestra máquina tiene un acumulador general, independiente de los acumuladores que pertenecen a los centros. Se genera la energía en este acumulador general solamente cuando todos los acumuladores trabajan uno después de otro en una combinación determinada. Por este medio se carga el acumulador general. En este caso, el acumulador general se vuelve un acumulador en todo el sentido de la palabra, ya que la energía de reserva es acumulada y almacenada allí durante los momentos en que cierta energía no está gastada.

Una característica común a todos nosotros consiste en que los acumuladores de nuestros centros se vuelven a llenar de energía sólo en la medida en que ésta es consumida, de manera que ninguna energía permanece en ellos más allá de la cantidad gastada.

El prolongar la memoria del recuerdo de sí es posible al hacer que la energía almacenada en nosotros dure más, si es que somos capaces de fabricar una reserva de esta energía. (Visões do Mundo Real pp. 234-235)



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